Que todo irá bien.

Los años pasan, la gente cambia, las amistades se marchitan, creces, te haces mayor y ves las cosas de manera diferente a cuando eras pequeño, a cuando eras feliz SIEMPRE, sin excepción. Excepto cuando tu madre no te compraba aquel chicle de fresa o aquella muñeca que tanto te gustaba, llorabas, pero aquello era simplemente una pequeña rabieta, seguías siendo feliz.
Sí, señores, la gente crece y cambia. Y aunque digan que no, seguiré pensando lo mismo. ¿Sabeis quien cambia mucho a lo largo de los años y cuando nos damos cuenta han volado de nuestro lado? LOS AMIGOS.
Hace poco una amiga ha dejado de hablarme. He intentado solucionarlo pero no me da oportunidad. Supongo que es ley de vida pero no puedo evitar sentirme triste ya que hace 11 años que la conozco y duele.
Cuando se marchan lo único que queda es continuar con tu vida, con los amigos que al fin y al cabo siempre han estado ahí y esperas que siempre estén. Porque les quieres con locura, porque son tu vida, y por todos los momentos vividos.
Yo por suerte tengo gente a mi lado que me apoya en todo y no me siento sola. En estos momentos no tengo a Sara para llorarle mis penas, pero supongo que tengo que aprender a vivir sin una lerda a mi lado todo el tiempo, ¿no? jajaja(:
Basta de lamentarse, lo que tenga que ser será, y por el camino A SONREÍR SE HA DICHO!

Hoy me tengo que dar un aplauso ya que me he esforzado
bastante en el texto, y hasta ahora he hecho entradas un
poquito pobres, pero bueno no os quejeis(los pocos que mirais
el blog) ¡que soy novata aún!
BESOS!